El lesbianismo en la ópera

Pedro Beltrán

Presidente de la Asociación Europea de Abogados

El lesbianismo surgió en la Grecia antigua. El nombre viene de la Isla de Lesbos, por ser la patria de Safo, la poetisa de la antigüedad cuyos poemas describían su amor apasionado hacia otras mujeres. Las antiguas civilizaciones China, India y Americana también conocían y aceptaban las relaciones sexuales entre mujeres. Todo cambió en le Edad Media cuando se consideró una práctica contra natura. En los últimos años asistimos a un incremento de los casos de mujeres lesbianas especialmente en chicas jóvenes. En la ópera la historia más famosa de lesbianismo es el enamoramiento de la Condesa Geschwitz por Lulu.

Teniendo en cuenta el rol que el hombre ha ocupado históricamente, el lesbianismo ha sido menos difundido públicamente que la homosexualidad masculina. El lesbianismo nació en Lesbos, una isla griega que forma parte de un conjunto de islas cercanas a la costa de Turquía en el mar Egeo. Su capital es Mitilene. Es la tercera isla más grande de Grecia y la octava del Mediterráneo, con una superficie de 1630 km² y 320 km perimetrales de costa. La población se acerca a los 100 000 habitantes. Es famosa por ser la patria de Safo, la poetisa de la antigüedad cuyos poemas describían su amor apasionado hacia mujeres de la isla.

Lo más curioso de la historia de Safo es que estaba casada con un hombre y tenía una hija. Safo se sentía lesbiana y la mayoría de sus relaciones eran con mujeres pero también tenía relaciones sexuales con su marido. Hoy consideraríamos que Safo más que lesbiana era bisexual. Dice mucho del lesbianismo que su “fundadora” no viviera con una mujer sino con un hombre. Hay lesbianas que siguen el modelo de Safo y tienen sexo con mujeres y convivencia estable en familia con hombres.

Está demostrado estadísticamente que la convivencia como pareja entre mujeres suele fracasar porque las lesbianas, aunque menos que los hombres homosexuales, tienden a la promiscuidad y sienten una atracción especial por las mujeres jóvenes. Safo, que dirigía una escuela de mujeres, tuvo muchas amantes jóvenes, lo que su marido toleraba.

Tras Grecia llego el Imperio Romano. En Roma el lesbianismo estaba aceptado y había numerosas mujeres que eran bisexuales y mantenían  relaciones con su marido y a la vez con las esclavas de la casa. La prostitución estaba mucho más extendida que en la actualidad y había incluso prostitutas específicas para lesbianas.

En China antigua y en la America precolombina el lesbianismo también existía y era socialmente aceptado. En India es  todavía más claro ya que el famoso Kamasutra, tiene partes relativas a la sexualidad  entre mujeres. Curiosamente la técnica que recomienda el Kamasutra para llegar al orgasmo femenino es la introducción de los dedos.

En occidente desde la Edad Media  hasta finales del Siglo XX hubo un completo rechazo del lesbianismo.

En actualidad el lesbianismo es más tolerado por la sociedad. El número de lesbianas sigue siendo muy bajo. Según el tratado más autorizado sobre el sexo de Masters and Johnson sólo el dos o tres por ciento de las mujeres son, preferentemente o exclusivamente  lesbianas) (página 345 de Sex and Human Loving).

La promiscuidad de las lesbianas se debe a que el enamoramiento en el lesbianismo tiene un componente erótico sexual muy fuerte y las relaciones basadas sólo en el sexo son menos duraderas.  Las mujeres heterosexuales son mucho más fieles a sus parejas que las lesbianas. El motivo es que las relaciones se asientan, especialmente si hay hijos, en lazos más sólidos.

El amor entre lesbianas va en contra de la teoría del amor del más grande de los filósofos, Arthur Schopenhauer. Para Schopenhauer la esencia del amor verdadero es la perpetuación  de la especie por lo que el fundamento de la actividad sexual humana es que los individuos se unen por los impulsos irracionales de la voluntad y no por las sensaciones del amor sentimental. Schopenhauer explica que inconscientemente en la atracción entre un hombre  y una mujer está el germen de un nuevo  ser hermano.  El acto sexual implica la continuidad de la cadena de la vida, El filósofo llega a afirmar que las mujeres son la «trampa» que la especie pone al individuo para reproducirse. Considera que tras la joven seductora se esconde una madre que hace que la especie se perpetúe.

El enamoramiento entre lesbianas ni consciente ni inconscientemente se basa en la perpetuación de la especie.

En cuanto a la ópera las referencias al amor lésbico son más implícitas que explicitas. El poeta W. H. Auden dijo que Tristán e Isolda, el ideal heterosexual de la ópera del siglo XIX, es una historia de amor lésbico El comentario de Auden es muy perceptivo, y constituye un buen indicio de la compleja relación entre música, género y orientación sexual que puede hallarse en la ópera. Wagner consideraba que los hombres tenían numerosos elementos femeninos y que no había una diferencia entre la forma amar de los hombres y las mujeres. Koechler  define a Wagner como un «compositor travesti que necesitaba un aura de feminidad para estimular los sentidos». Cuando Wagner murió estaba escribiendo un libro titulado “De lo femenino en el hombre”.

En las óperas de Wagner los hombres se enamoran de la misma forma que las mujeres y hacen el amor despacio, con sensualidad y pasión. El clímax orgásmico  de Tristán e Isolda no es un “aquí te pillo aquí te mato” sino un crescendo pasional romántico que podría perfectamente ser una relación lésbica. Los hombres wagnerianos son femeninos porque son muy sensibles. Las mujeres wagnerianas son masculinas porque son fuertes e independientes.

Wagner opinaba que durante la actividad sexual se desvanece todo sentido de la identidad individual. Cuando se acerca el clímax de su dueto amoroso, Tristán e Isolda pierden su identidad en esa experiencia y, literalmente, cada uno de ellos se convierte en el otro, al tiempo que desaparecen las barreras de género y, con ellas, las de la orientación sexual. Wagner no era homofóbico y era consciente de que la música no hace distinciones entre hombres y mujeres, homosexuales y heterosexuales. Tristán e Isolda podrían ser dos  lesbianas.

Bajo la superficie de la ópera suele haber subtextos gay-lésbicos. El sexo del o la cantante puede no ser el mismo que el del personaje que él o ella interpretan, mientras que los episodios de travestismo dentro de las tramas pueden derivar en confusiones eróticas. El Caballero de la rosa de Strauss, se inicia con dos mujeres en la cama. Una de ellas, sin embargo, es un hombre, el joven conde Octavian que, disfrazado de mujer sufrirá luego la persecución del lujurioso Barón Ochs. Un hombre persigue a otro hombre que está disfrazado de mujer y a quien también interpreta una mujer. Estas ambigüedades permiten al compositor investigar la compleja fluidez de la sexualidad en formas que el teatro hablado rara vez hace.

A principios del siglo XX, Strauss propuso que se retomaran las tradiciones y perspectivas sexuales de una época más liberal. Octavian se creó a imagen y semejanza de Cherubini, el paje que se traviste y que interpreta una soprano en Las bodas de Fígaro de Mozart.

Mozart revela su fascinación similar con el género y la orientación sexual. Don Giovanni tiene una serie de aventuras de una sola  noche con mujeres, pero su única relación perdurable es la que mantiene con  Leoporello.

Mozart es la culminación de una tradición de apertura sexual que se remonta a los orígenes de la ópera. Las primeras óperas estaban imbuidas del humanismo renacentista, que retomó las ideas platónicas de que el amor entre personas del mismo sexo permitía vislumbrar lo divino. La Calisto, de Francesco Cavalli, que se estrenó en 1651, presenta a la ninfa de la mitología clásica del mismo nombre, que renunciaba a la compañía masculina pero tenía una relación lésbica con Júpiter, que había adoptado la forma de Diana con tal propósito.

Haendel, que en muchos sentidos es el sucesor de Cavalli, ubica su confusión sexual en un plano terrenal en la diversidad sexual del jardín mágico de Alcina, donde su hermana, Morgana, se enamora de Bradamante, una mujer vestida de hombre.

A fines del siglo XIX empezó a imponerse la intolerancia. En Fidelio, de Beethoven, se observa una disminución del espectro sexual y se ensalza la fidelidad y el amor matrimonial. A medida que avanzaba el siglo, lentamente fueron desapareciendo las referencias sexuales ambiguas. El travestismo operístico dejó de ser algo frecuente.

La ópera más famosa sobre una relación de lesbianismo es la genial “Lulu “de Alban Berg de 1935. Lulu es una seductora nata a quien le encanta seducir a hombres y mujeres. Ejerce su fascinación por su gran atractivo sexual. Tanto los hombres como las mujeres se quedan hechizados por su erotismo incandescente, por su su sensualidad. Desprende fuego erótico y sabe cómo encender la llama.  Siempre viste seductoramente de forma provocativa. Lulu seduce por puro narcisismo. Le gusta sentirse deseada. A los 12 años sedujo a un hombre de 45 muy bien posicionado económica y socialmente que se convierte en su protector y la ayuda económicamente.

Lulu tiene varias relaciones y matrimonios.  Ella nunca expresa amor ni sentimientos. Es muy fría y nada cariñosa ni verbal ni gestualmente.  Lo único que hace es conquistar con el sexo. Los hombres y las mujeres la desean en cuanto la ven.  Ella se entrega sexualmente sin amor cuando le conviene.  Conoce el poder de la sexualidad. A veces sólo seduce sin sexo pero en muchas ocasiones si tiene relaciones sexuales para ejercer más poder y control sin ceder nunca un ápice de su libertad. Ella siempre pone límites. Da sexo pero no afecto y le encanta poner celosos a sus parejas acostándose con hombres y mujeres. Su primer marido muere de un infarto de un ataque de celos al verla con otro hombre. Su segundo marido se suicida al descubrir sus infidelidades. Su tercer marido, su protector, harto de que se acueste con hombres y mujeres saca una pistola y le pide que se mate. Ella dispara y el muere. Tres maridos muertos por celos.

Todos los hombres y mujeres con los que se relaciona Lulu son mayores. La razón es que sobre ellos ejerce mayor fascinación y control. Les seduce, se acuesta con ellos y simultanea la relación con amantes lo que hace que ellos la deseen aún más. Los vuelve locos de deseo.

Lulu es muy bella, con una gran carga erótica. Tiene una personalidad fuerte y muy independiente. Sabe utilizar el deseo masculino y el femenino. No quiere ni necesita amor pero le estimula sentir que la desean. Es egoísta. Tiene un tipo de comportamiento libre, no sometido a los dictados del orden masculino, que va directamente en contra del reparto establecido de las funciones sociales.

En Salomé, el tópico espiritualista del amor femenino se transforma en la expresión de un amor carnal: «Estoy enamorada de tu cuerpo» le dice a Juan el Bautista.  En Lulú encontramos una actuación que sigue sus propios criterios, y rompe con ello la visión masculina de lo que debe ser una mujer: «Me es totalmente indiferente lo que se piense de mí. Por nada del mundo quisiera ser mejor de lo que soy. Me siento bien así». Sigue a la  Carmen de Bizet con su  afirmación irreprimible de libertad: «No quiero que me atormenten, ni mucho menos que me manden. Lo que quiero es ser libre y hacer lo que me plazca».

La imagen de la mujer fatal  es siempre un producto de la imaginación masculina, cargado con la nostalgia de la imposibilidad de realización de un deseo sin límites. Es lo que resuena en la pasión que  Goethe anciano vivió, a sus 74 años, por una joven de 19 y que tomó forma en los versos inolvidables de su Elegía “ Los dioses  me han puesto a prueba  Me empujaron a labios que dan felicidad y a la vez  me destruyen».

Lulu es bisexual. Ella conoce su encanto sexual y sabe que fascina por igual a hombres y mujeres.  La Condesa Geschwitz se enamora locamente de Lulu lo que la lleva a la perdición. Lula la utiliza, usa su amor lésbico para sus objetivos. Cuando está en prisión hace que la condesa la sustituya en una visita para escapar. Lulu se ha pasado  la vida seduciendo pero sólo ha entregado su cuerpo y nunca su amor. No ha tenido hijos en ninguno de sus matrimonios ni en sus relaciones. Ahora su cuerpo esta estropeado. Ya no puede seducir. Acaba dedicada a la prostitución como único medio para subsistir. Vive con la condesa que la ama hasta el final. Lulu domina totalmente la relación lésbica. A Lulu la condesa le es indiferente pero la condesa esta loca por ella. Ambas acaban asesinadas por un cliente de Lulu, Jack el Destripador.

Patience and Sarah (1998) es una ópera de Paula Kimper sobre una historia de amor entre dos lesbianas. Fue estrenada en Nueva York y tuvo una gran acogida entre la comunidad lesbiana que llenó las tres representaciones. Recibió excelentes críticas en el New York Times y en USA Today. La compositora dijo haberse inspirado en el erotismo del Rosenkavalier de Strauss

“27” es una ópera de 2014 de  Ricky Gordon sobre la relación de amor lésbico entre la famosa escritora y coleccionista de arte Gertrude Stein y su amante Alice. Entre los protagonistas de la ópera están Picasso y Matisse. Vivieron como matrimonio antes de que el matrimonio entre mujeres fuera legal.”

En definitiva el mundo de la  ópera es una exploración de la universalidad del amor y el deseo, así como una celebración de la sexualidad humana y de la diversidad de posibilidades que comprende, siendo una de ellas el sexo entre mujeres.

En las imágenes Barbara Hannigan como Lulu.

El link es la escena final de Lulu en la producción del Festival de Salzburgo de 2015. Al principio la condesa expresa su amor lésbico desesperado por Lulu. La ahora prostituta  Lulu recibe a un cliente que resulta ser Jack el Destripador. La Condesa trata de proteger a Lulu y Jack las mata a las dos.

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