Los cuatro matrimonios de Felipe II

Pedro Beltrán

Presidente de la Asociación Europea de Abogados.

Lejos del mito del hombre frio religioso apático en los asuntos sexuales, que tenemos de Felipe II lo cierto es que la vida sexual del Rey fue todo menos aburrida. Cada una de sus cuatro mujeres venían de un país diferente Portugal, Inglaterra, Francia y Austria. Eran tipos muy diferentes de mujer. El rey tuvo una ajetreada vida sexual con amantes e hijos bastardos.

Es muy conocida la historia de los seis matrimonios del Rey Inglés Enrique VIII. Es menos conocido que Felipe II se casó cuatro veces, una de ellas precisamente con la hija mayor  de Enrique VIII. El rey inglés se divorciaba o las mataba. A Felipe II se le morían. Las cuatro esposas se murieron antes que él por lo que fue viudo cuatro veces. Sólo dos de sus hijos le sobrevivieron.

Felipe II de Austria (o Habsburgo), llamado El Prudente (Valladolid; 1527 – San Lorenzo de El Escorial 1598), fue Rey de España desde 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves desde 1580, realizando la tan ansiada unión dinástica entre España y Portugal que durante un periodo de sesenta años fueron un único país.

Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I de Inglaterra, entre 1554 y 1558

Felipe II fue hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal y hermano de María de Austria y Juana de Austria. Era nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I de Castilla y por vía materna de Manuel I de Portugal y María de Aragón. Murió a los 71 años de edad, en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,

Detallamos sus cuatro matrimonios

Se casó en primeras nupcias con su prima hermana María Manuela de Portugal (1527-1545) en 1543. El futuro Rey tenía 16 años. Tuvieron un hijo, Carlos de Austria (1545-1568), Príncipe de Asturias.

Se casó en segundas nupcias con su tía segunda María I de Inglaterra (1516-1558), en Winchester en 1554. No tuvieron hijos.

Su tercera esposa fue Isabel de Valois (1545-1568). Tuvo lugar en 1559. Tuvieron dos hijas.

Su cuarto matrimonio fue con Ana de Austria (1549-1580), en 1570. Era hija de su primo Maximiliano II y su hermana María de Austria y Portugal. Tuvieron cuatro hijos y una hija. Uno de los hijos fue el Rey Felipe III.

La primera esposa dio a luz al infante Carlos,  el famoso Don Carlos de la obra teatral de Schiller y la magistral ópera de Verdi. María Manuela era prima de Felipe por partida doble, hija de Catalina de Austria (su tía paterna) y de Juan III de Portugal (nieto de los Reyes Católicos y tío materno).

La segunda esposa fue María Tudor, hija de una tía de Felipe II, Catalina de Aragón y de Enrique VIII. Si hubiera tenido un heredero la historia de Europa hubiese tomado derroteros diferentes, pero no ocurrió por la mala salud de la reina, por el poco tiempo que convivieron y porque cuatro años después de casarse ella murió.

Tras María Tudor, Felipe II quiso casarse con Isabel I de Inglaterra, la famosa Elizabeth pero ella no aceptó.

La tercera esposa fue Isabel de Valois que se casó con Felipe II tras las batallas de San Quintín y el acuerdo de paz entre España y Francia. Fue hija de Catalina de Medici y Enrique II Rey de Francia. En un principio iba a contraer matrimonio con el infante Carlos, Don Carlos, pero una vez viudo Felipe II los planes se trastocaron. Felipe II la eligió por esposa  y se la quitó a su hijo. Tras dar a luz a su hija Catalina, la reina padeció distintas enfermedades y murió. Estuvieron casados nueve años. Fue la única de la que estuvo realmente enamorado Felipe II.

La cuarta esposa fue Ana de Austria. Sus abuelos varones, por parte de madre y padre, fueron Carlos I de España y su hermano, Fernando de Habsburgo. Sus bisabuelos (¡por ambas partes!), fueron Felipe “el hermoso” y Juana “la loca”. Su madre era María de Austria tía de Felipe II. El papa Pío V no quería dar su aprobación para este matrimonio por los numerosos lazos de consanguineidad. Pero finalmente, dio una dispensa para que el matrimonio fuera posible.

La pareja respondió de la mejor de las maneras: no decepcionando al Papa. Llegaron a tener siete hijos: Fernando, Carlos Lorenzo, Diego Félix, Felipe, María y dos fallecidos non natos. Pero solamente Felipe sobrevivió al resto y fue coronado como Felipe III.

Sumando todo el tiempo que estuvo casado Felipe II en sus cuatro matrimonios, tenemos que el resultado total son 24 años. Estos son menos que los 31 años que permaneció como viudo el monarca. Por lo tanto, Felipe II fue más tiempo viudo que hombre casado, lo cual llama la atención si tenemos en cuenta que se unió en matrimonio cuatro veces.

La mujer de su vida fue su amante, la misteriosa Isabel de Osorio, con la que tuvo dos hijos.

Isabel de Osorio era una dama de compañía de la Emperatriz Isabel  que empezó una relación con Felipe II cuando solo era un adolescente. Isabel era nieta del obispo converso Pablo de Santamaría, quien había sido rabino de la judería de Burgos con el nombre de Selemoh-Ha Leví. Frente al régimen de censura que se vivía en el lecho matrimonial, el príncipe halló un oasis en la belleza abrumadora de esta mujer cinco años mayor que él. Rubia, de ojos claros, culta e inteligente, la burgalesa encandiló al monarca como ninguna otra mujer durante  diez años. La despidió en el puesto de amante con una indemnización millonaria.

El embajador veneciano, Federico Badoaro, se atrevió a comparar la afición de Felipe por las mujeres con la de escribir cartas. Haciendo un repaso de sus aventuras amorosas, el veneciano sentenció que «es incontinente con las mujeres» como lo es con los despachos.

La suma de inseguridad, puritanismo, perfeccionismo y sentimiento de culpa derivado de su fuerte religiosidad terminó por dar lugar a un exacerbado erotismo en el área privada, como  sostiene el médico psiquiatra Francisco Alonso-Fernández en su libro « Historia personal de los Austrias españoles”.  El mismo hombre que coleccionaba pinturas eróticas de Tiziano en secreto reclamaba luego que las mujeres y los hombres no comieran juntos, prohibía llevar máscaras en carnaval y exigía que las parejas de danza no tuvieran ningún contacto físico.

Felipe II encomendó al maestro veneciano Tiziano  siete cuadros basados en algunas escenas mitológicas de la «Metamorfosis de Ovidio». Los cuerpos desnudos solo estaban bien vistos en esta temática. Entre estas pinturas que Felipe guardaba con celo en su cámara destacaba una Danae desnuda repleta de curvas recibiendo a su amante, Júpiter, en forma de una lluvia de oro. Esa Danae desnuda estaba inspirada en Isabel de Osorio, al igual que la diosa del cuadro «Venus y Adonis». Puritano hasta la médula, el Monarca evitaba mostrar estas pinturas en público y hasta que concluyó un inventario de sus bienes, en 1600, se desconocía la existencia de buena parte de esta colección erótica.

Durante su breve estancia en Bruselas, Felipe II tuvo una aventura con una dama flamenca llamada Madame d’Aller, entre otras tantas mujeres con las que se le vinculó.

El Rey mantuvo también  una relación con otra de las damas de su hermana Juana,  Eufrasia de Guzmán con la que tuvo un hijo de Felipe II en 1564.

Felipe II es uno de los protagonistas de la ópera Don Carlo, una de las mejores de Verdi. Los otros protagonistas son Don Carlo, hijo de su primera esposa  y la tercera esposa de Felipe II.

Hay una versión francesa, Don Carlos, y otra italiana. Es su ópera número 24, una de las últimas. Tras ella sólo escribió Aida, la revisión de Simon Bocanegra, Otello y Falstaff. Es la ópera más larga de Verdi. Sin cortes dura cerca de  cuatro horas. Está basada en el drama del mismo título de Schiller.

Tuvo su primera representación en el Teatro Imperial de la Ópera de Paris  en 1867.

Los hechos históricos rodean y dirigen gran parte del drama. Para Verdi esta ópera representaba la lucha de la libertad contra la opresión política y religiosa, representadas en los personajes de Felipe II y el Gran Inquisidor. La historia se basa en conflictos en la vida del príncipe Carlos de Habsburgo (1545–1568) después de que su prometida, Isabel de Valois, se casara en lugar de con él con su padre el rey Felipe II como parte del tratado de paz que puso fin a la guerra italiana de 1551-1559 entre las Casas de Habsburgo y Valois.

Aparecen en la ópera la Contrarreforma, la Inquisición y la rebelión de los calvinistas en Flandes, Brabante y Holanda.

A lo largo de veinte años, se hicieron cortes y adiciones a la ópera, lo que dio como resultado que haya una diversidad de versiones disponible. Ninguna otra ópera de Verdi tiene tantas versiones.

Es conmovedora el aria de Felipe II “ella jamás me amo” referida a su joven tercera esposa.